Mi padre en casa tenía un teléfono
idéntico a este. Es un teléfono de campaña y se empleaba, cuando salíamos al
campo a revisar las líneas que
suministraban la electricidad al pueblo, se empleaba de la siguiente manera.
Junto a la línea de alta tensión, en paralelo a la misma, se extendía en todo
su recorrido otra línea de postes y cable de cobre, propiedad de la compañía
eléctrica, "Santa Teresa,S.A." que salía de la casa del electricista
responsable en el pueblo, en nuestro caso el pueblo era Cumbres de San
Bartolomé, y llegaba hasta nuestra casa en Encinasola. En casa de cada
electricista de cada pueblo había un teléfono. Pues bien, el teléfono de
campaña se llevaba colgado en bandolera cuando se iba la luz en el pueblo y
teníamos que salir a buscar la avería camino del Caño. Cuando encontrábamos
algún fallo o avería en la línea de electricidad, nos subíamos a un poste de la
línea de teléfono con los trepadores, enganchábamos un cable desde el teléfono
a dicha línea, se le daba a la manivela y esta producía una corriente eléctrica
que hacia sonar los teléfonos del electricista de Cumbres en su casa, de esta
manera vía telefónica se comunicaba que nos cortasen la corriente o que nos la
conectaran, cosa que hacían solo cuando el que daba la orden de conectar, era
el propio operario que realizaba el trabajo. De esta manera se evitaba que
alguien pudiese llamar y por error ordenar conectar, pillando al operario
subido en un poste y manipulando los
cables de alta tensión. Esto que cuento son recuerdos de mis vivencias junto a
mi padre Vicente Vaello Nieto con el que mas de una vez recorrí la línea desde
Encinasola hasta Cumbres, donde una vez terminado el trabajo nos parábamos a
tomar alguna copita con nuestro amigo Esteban, que era el electricista de
Cumbres.
Hoy se me han venido a la cabeza estos
recuerdos, al visitar el castillo de San Carlos, donde existen unas salas que
se pueden visitar y donde se pueden ver entre otras cosas sistemas de
comunicación del ejercito así como armas de todo tipo, al ver el teléfono se me
activaron los recuerdos, le hice la foto y hay lo tenéis, el primer teléfono
móvil que tuve. Me a parecido interesante hacer participe de estos recuerdos a
mis amigos.
Un saludo para todos
Antonio Vaello.
Que bonitas estas anécdotas que nos regresan a los comienzos de nuestras vidas. Esta del teléfono móvil es estupenda, el impacto que debería causar este "cacharro" en el ambiente marocho a cualquier nivel, como en cualquier otro sitio por aquella época. Es de considerar el grave riesgo que corrían los electricistas cuando tenían que reparar averías con tan limitados medios de los que se disponían, casi siempre de noche y con un tiempo de perros.
ResponderEliminarMuy bien Antonio, un abrazo.