LA BURRETA DE BARBASTRO

Una de las cosas que me traen buenos recuerdos de mi infáncia son los viajes en tren.
Cuando era pequeña viajábamos con mucha frecuéncia desde Binéfar mi pueblo, a Barbastro la ciudad donde residían la mayor parte de la família de mi madre.
Era un viaje que para mí era toda una aventura. Cogíamos el tren en Binéfar hasta la estación de Selgua, una vez allí hacíamos trasbordo y cogíamos el tren que se conocía popularmente como "la burreta" se le llamba así por la lentitud en que recorría los pocos kilómetros que había hasta Barbastro.
El tren era una "joya", la máquina era de vapor y los vagones de madera. A parte de los vagones de mercancías y de correos tenía tres de pasajeros: El de primera categoría, que tenía los asientos de terciopelo rojo y los de segunda y tercera en que los asientos eran bancos de madera. Nosotros viajábamos en el vagón de segunda; a mí me encantaba el traqueteo del tren y el olor de carbonilla que entraba por las ventanillas . Era también muy divertido ver a las personas que viajaban en él y los equipajes que llevaban: maletas de madera, paquetes atados con cordel y cestas con animales de granja.
Cuando "la burreta" llegaba a Barbastro, desenganchaban la máquina y le daban la vuelta para hacer el viaje a la inversa ya que allí se acababan los raíles. Aquello era un espectáculo que nunca nos perdíamos y no nos íbamos de la estación hasta que la máquina estaba otra vez enganchada.
El año 1969 "la burreta" dejó de funcionar y con ella la estación de ferrocarril de Barbastro.
Hoy en día no queda nada de todo aquello, en su lugar hay bloques de pisos.
Pero estoy segura que en la memória de todos los que la conocimos está presente, yo siempre que paso por el lugar donde estaba situada me acuerdo de la bonita estación y sobre todo de "la burreta".
Aqui pongo unas fotos que he encontrado en internet.
Saludos.
Carmen