
En esta época estival que vivimos, agobiados por el calor de Andalucía y que casi todos los días hacemos nuestro sabroso gazpacho (para refrescarnos el “gaznate”), recuerdo los que hacía mi madre y como la ayudaba en aquello que era casi un rito: el majado.
En mi casa la cazuela era pequeña, suficiente para los que éramos y aún la conservo. En la fotografía es la de arriba a la derecha.
Las otras han sido regalos. La de madera más clara, con su maja, me la regaló un señor mayor amigo nuestro de un pueblo cercano a donde vivimos: El Garrobo, y le hizo un dibujo de adorno. Ha fallecido pero siempre me quedará su recuerdo, un hombre de pueblo noble y cariñoso.
Volviendo al rito del majado, yo esperaba pacientemente y cuando no podía más le decía a mi madre:”Mamá, ¿no estás cansada?...Déjame que maje un poquito y ella entendía que me gustaba hacerlo, sobre todo esperando el momento en que el tomate me salpicara la cara. También recuerdo que al menor despiste “robaba”de la cazuela algunos trozos de pepino que me comía con disimulo.
Casi a diario, al utilizar actualmente la batidora, recuerdo aquellos veranos y me invade la nostalgia, porque el majado va íntimamente ligado a la figura de mi madre en la cocina.
Feliz entrada de verano en éste 2009 y, aunque sea con la batidora, que el gazpacho os salga de “rechupete” pues no hay, en Andalucía, otra sopa que se le iguale... al menos en verano.
Un abrazo: Alicia García
Querida amiga,tu definición del gazpcho es la correcta,sopa fria es como se denomina en el gremio hostelero cuando algún extranjero pregunta que es gazpacho,para no ser menos que los franceses con su Vichyssoise,sopa fria de puerros.
ResponderEliminarHoy se utiliza por regla general la batidora pero no se puede equiparar a un gazpacho majado,esa es la madre del cordero.
Que bueno que está el gazpacho en verano.
ResponderEliminarque bueno estába el que hacia mi madre majado.
Gracias por recordarlo Alicia. ( me voy a la nevera a ponerme un baso )