En mi pueblo la víspera de San Juan se celebraba con hogueras. Cada barrio quemaba la suya.
Unos dias antes la gente iba llevando; muebles viejos, cajas, diarios y todo lo que se pudiese quemar para hacer una gran hoguera. Los niños también contribuíamos pidiendo cosas a los vecinos y estos aprovechaban para sacarse de encima los trastos inservibles. En lo alto de la hoguera se ponia un muñeco hecho de paja y vestido con ropa vieja.
La noche de San Juan era para todos una noche mágica. Nos reuníamos en la plaza de San Quilez alrededor de la "foguera" que es como se llama en mi pueblo y veíamos como se iba quemando todo desde abajo, hasta que caia ardiendo en llamas el muñeco con los consiguientes aplausos y gritos de pequeños y mayores.
Cuando se hacian las brasas se asaban sardinas que con pan se repartían a todos los vecinos.
Esa noche los niños podíamos estar hasta tarde, ya que al día siguiente no teníamos que madrugar para ir al colegio, porque con San Juan comenzaban las tan ansiadas vacaciones de verano.
Unos dias antes la gente iba llevando; muebles viejos, cajas, diarios y todo lo que se pudiese quemar para hacer una gran hoguera. Los niños también contribuíamos pidiendo cosas a los vecinos y estos aprovechaban para sacarse de encima los trastos inservibles. En lo alto de la hoguera se ponia un muñeco hecho de paja y vestido con ropa vieja.
La noche de San Juan era para todos una noche mágica. Nos reuníamos en la plaza de San Quilez alrededor de la "foguera" que es como se llama en mi pueblo y veíamos como se iba quemando todo desde abajo, hasta que caia ardiendo en llamas el muñeco con los consiguientes aplausos y gritos de pequeños y mayores.
Cuando se hacian las brasas se asaban sardinas que con pan se repartían a todos los vecinos.
Esa noche los niños podíamos estar hasta tarde, ya que al día siguiente no teníamos que madrugar para ir al colegio, porque con San Juan comenzaban las tan ansiadas vacaciones de verano.
Caren.
Carmen me ha gustado tu relato, aqui en mi pueblo también se hacia lo mismo que explicas pero ya lo han sustituido por la leña.
ResponderEliminarAunque esta cobrando mucha fuerza aqui en la isla estas fiestas, las playas se llenan de gente por la noche, y delante de la Catedral se hace una fista del fuego, algo único y digno de ver, con mucha música. (por cierto no es fiesta el martes)Solo en el pueblo de San Juan.
Preciosa esta noche mágica que invita a soñar,
ResponderEliminarBesos
pilar
Me alegro de ver que también te has sumado a estos escritos que son flases de los años pasados.
ResponderEliminarMe informé y he sabido que no eres marocha de nacimiento, pero te aseguro, que ya lo eres de adopción.
Esta noche siempre estuvo cargada de magia y se disfrutaba escribiendo el nombre del chico que te gustaba y echándolo a la hoguera para pedir así tu deseo secreto.
Me ha gustado tu historia.
Bienvenida y un abrazo: Alicia G.
Amiga muy bonita tu historia, yo recuerdo que cuando yo era una niña la noche de san Juan siempre ponian un pino en la plaza. y le colgaban algo arriba y el que trepara asta el final le daban un dinero,y en mi puerta mi padre nos ponia uno y las amigas nos comprabamos caramelos y bailabamos y a cantar.muy buenos recuerdos de aquellos tiempos,besos Isabel
ResponderEliminarMuchas gracias a todas por vuestros comentarios.
ResponderEliminarAlicia yo soy aragonesa de la província de Huesca, pero tengo la suerte de estar casada con un serrano de Galaroza. Muchas gracias por considerarme "marocha" para mí es todo un honor.
Besitos
Carmen